El viernes asistí a la visión de una de las películas más galardonadas del año. Mezcla perfecta de acción y sentimiento, de drama y tragicomedia. Destino irreparable en un campo de malas hierbas. Estremecedora interpretación de la oscarizada Hilary Swank, que con una preparación física espectacular consigue que lo que más destaque sea su mirada. Excepcional Morgan Freeman, como casi siempre, en su papel de ex boxeador promesa venido a menos, y qué puedo decir de la dirección y actuación del maestro Clint Eastwood.
Película que pasa a la historia como la que mejor trata el mundo de sueños rotos del Boxeo, y cómo aquellos que ven su meta en un título, se quedan en el camino. Gusanos y sueños. El saco les ha devuelto el golpe, pero Eastwood sale victorioso.
Obra maestra.
Publicado en Bitácoras el Domingo, 13 de marzo de 2005
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