A todos nos llega la madurez. A los frutos que pasan la primavera en la rama, y a los grupos de rock que en su juventud derrochaban energía, en momentos descontrolada, también. Es un fenómeno que se repite de forma natural, antes o después, y que suele traer, en mi opinión, gestas musicales que sin el sosiego no se podrían vivir. En los Loads de MetallicA ya se vivió un fenómeno en cierto modo similar al que los orihundos de Pasadena sufren de forma notable en este útlimo trabajo.
Mete en un cocktail los himnos de U2, (escuchad "Shadow of the day" - es puro pop), del Nu metal dejad solo la parte baja de los pantalones, del Rap sólo una alusión directa y profunda en el tema "Bleed it out". Luego por favor, un homenaje al St. Anger de Metallica: el inicio de No more Sorrow es clavado a The unnamed feeling de ese trabajo de los californianos. Riffs a lo Paradise Lost, coros en su línea historica, guitarras muy pulidas, sin abusar del pedal distorsionador, momentos que recordaran por su capacidad sonora a las grandes BSO de la Historia del Cine, y que os trasladaran a esa costa en la que los componentes del grupo se retrataron para el artjob del CD. También andan por ahí Coldplay, el SKA, el pop más alternativamente melódico y en Wake, para mi, The Rassmuss. ¿Quién fue antes... el huevo o la gallina?. Me parecería un juicio injusto determinar que no es influencia musical y dejar caer que hay demasiadas coincidencias. No creo que sea el caso, creo que siguen el camino marcado por In the end. Ya no quieren seguir haciendo sangrar oídos y han optado por el bello camino de la accesibilidad. Los intolerantes dirán que se han comercializado. Yo les aplaudo. Salir del underground para hacer más y mejor música siempre es un reto. Recomendación musical ineludible.
Al terminar el post, Hands held high me pone los bellos de punta. Maravilla musical.
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