jueves, marzo 26, 2009

Ponerle puertas (al campo) a Internet.

Esto de Internet es muy curioso. Hay quien defiende que Internet partió de las universidades, de un empeño muy loable y muy romántico por compartir y expandir conocimientos. Otros, aguafiestas, dicen que Nanai (por cierto, la expresión “nanai de la china” tiene su origen en la ciudad pesquera de Nanhai, China), que Internet nació en el ámbito militar, para espiar a los malos en la época de la guerra fría.


Curiosamente, si miramos al mundo real, creo que no somos más listos ahora que tenemos este gran invento que es Internet, ni veo yo a los soldados por la tele tirándose portátiles conectados a Internet, unos a otros. Pero bueno.


Como siempre, consultamos Wikipedia, una enciclopedia creada desde, por, para y sobre Internet, para informarnos de qué demonios es Internet. Nos enteramos, por ejemplo que nació en 1969, es decir, que este año se cumplen cuarenta años del invento, y que viene a ser, obviando mejores respuestas técnicas, un conjunto de ordenadores repartidos por todo el mundo, conectados entre si. Viene hasta un mapa:



Actualmente se comenta que el futuro de Internet pasa por aumentar velocidades, evitar los malos rollos de Internet, como delitos o virus, abaratar costes y que todo esté siempre, permanentemente “On-line”, es decir, “colgado” de Internet para que sean los usuarios finales (particulares, administraciones y empresas) los que “pasen y vean” en cada momento lo que estimen oportuno, sin necesidad de “descargar” de Internet nada. Sobre todo, por que queremos que nuestros micro-ondas, neveras, móviles, cámaras, batidoras y cepillos de dientes eléctricos accedan a Internet y tampoco queremos tener cientos de miles de millones de copias de cualquier “cosa” que esté “circulando” por Internet, que sería absurdo y un gasto inútil de recursos. ¡Que estamos en el Siglo XXI! Pues eso.


Pero a lo que vamos es a que esto de Internet es curioso por que desde que nació nos estamos preguntando: ¿Qué sería de nosotros sin Internet? ¿Cómo hemos podido sobrevivir sin ella más de mil novecientos sesenta y nueve años? ¿Cómo de grande es? ¿Quién la maneja? ¿Dónde empieza ydonde termina?




Pero quizá respondiendo a esta última pregunta obtengamos otras respuestas que ni siquiera queríamos preguntarnos. Atentos:


Internet empieza en Google. Desde que Internet tiene uso de razón, todos, tarde o temprano, acudimos a Google a “empezar” a navegar, descargar, mirar. Que levante la mano el que no haya tenido alguna vez como página de inicio Google…


¿Dónde termina Internet? Muy sencillo también:




Internet empieza en Google y termina en un anuncio o en una web porno (léase también erótica, sexual, de contenido adulto).



Hagan la prueba: pongan una palabra al azar en Google y empiecen a pinchar links. Apuesto que en menos de siete clicks (por decir algo), alguien quiere vender o comprar algo o bien aparece un seno, una nalga o hasta un pene… Eso si. Entre medias, desde que sales de Google y llegas al anuncio o al porno, hay otras cosas interesantes, literatura, música, conocimientos, etc. pero al final, tarde o temprano, aparece el anuncio, la nalga, el seno y el coseno.


Si lo pensamos con detenimiento, en la vida real ocurre exactamente lo mismo. Y es que llevamos más de mil novecientos sesenta y nueve años queriendo comprar o vender algo, y buscando nalgas, senos y… cosenos. Eso si, entre medias hay otras cosas interesantes.

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