sábado, mayo 21, 2011

El espíritu del 15-M

El espíritu de la Ley. El espíritu de la norma. Algo de eso me enseñaron en la facultad. Que toda norma tiene un espíritu. Algo a lo que tiende, un motivo, algo que persigue. La norma que dice que el día anterior a unas elecciones no se pueden hacer actos de campaña electoral persigue la desvergüenza política. Persigue la desvergüenza de los políticos.

Las manifestaciones del pueblo, normalmente, también persiguen la desvergüenza de los políticos. Quizá El espíritu de la Ley sólo sirva para eso, para que me lo enseñen en la facultad.

La Junta Electoral no debió prohibir las manifestaciones del 15-M. Ni siquiera debió llegar a planteárselo. No, porque no es ese el espíritu de la Ley.

Hoy he estado. En las manifestaciones del 15-M. Hoy, 21 de mayo de 2011. He estado un ratito. Sólo para mirar. Quería verlo con mis propios ojos. Y oírlo. He visto cosas que no me han gustado, pero las que SI me han gustado han sido más.

He intuido ciertos comentarios antisistema, antiglobalización. “Manchémonos de sangre”. No creo que sea ese el camino y creo que eso ya está inventado. El 15-M es otra cosa. Es algo más maduro, si cabe.

He visto mucho alternativo, mucho porro (nada de alcohol, pero sí porros, una contradicción) y mucho perriflauta. También gente mayor, familias, modernos, gafapastis y normales… Pero menos. He visto cámaras grabando para televisión, aunque parece que en algunas ciudades haya cierta reticencia hacia la prensa. No lo entiendo. No hay nada que ocultar.

Sin embargo gracias a que esos alternativos, perriflautas y porros llevan allí una semana acampando, yo he podido pasarme unos minutos, ver lo que hay, escuchar, hacer fotos y publicar en mi blog. Es mi humilde y triste contribución. Gracias a ellos.

Debate
Debate
He visto debate, he visto los periódicos cargados con palabras como “sufragio universal”, “reforma de la ley electoral”, “referéndum”, “empleo”, “recorte de salario para los políticos”. He visto limpieza, organización y no un solo lema, sino muchos y muy originales. “Yes We Camp”, “Estoy harto copón”, “Indignados”, “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. Creo que casi todos cabemos en el 15-M. No tienes que conformarte con un lema. Tráete el tuyo de casa. He visto organización, limpieza. “No pintes el suelo”. “Ata a tu perro”. Carritos de bebé. Muros con consignas y largas retahílas. He visto participación. Asambleas.

Yes We Camp
Yes We Camp
Es curioso como gran parte del manifiesto del movimiento se sustenta en algo tan básico para una democracia como intentar mejorar la representatividad con más votaciones, más referéndums y una nueva ley electoral, y nuestros políticos no sepan qué decir al respecto. Parecen asustados. Desvergüenza.

Lo que no he visto es el final del camino. ¿Hasta cuando acampamos? ¿Cuán indignados estamos? Quizá la cuestión sea… ¿Realmente importa? Quizá únicamente tengamos que turnarnos en la acampada. Hoy los amigos perriflautas. Mañana astilleros. Al otro funcionarios. Opositores. Desempleados. Jubilautas. Enfermos con enfermedades extrañas. Enfermer@s en abril. Mayo para los mileuristas. Septiembre empleados de banca. Abril acampan los inmigrantes… Puede que no haya final. Que la democracia se resuma a una acampada perpetua…


Curiosamente he puesto una canción a sonar para escribir, como hago de costumbre. Al azar. Ha salido el Señor Dylan. El tema era The Times They are a Changing. Los tiempos están cambiando. Con una acampada.

Quizá ese sea el espíritu de la Democracia. Acampar. El 15-M. Democracia real. Ya.

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