miércoles, junio 02, 2010

Todo Spotify.

Spotify cambia, y de que modo.




No hace mucho el servicio de reproducción de música streaming de más éxito anunciaba nuevas "mejoras" que, sinceramente hacen pensar que es el futuro de la protección musical en internet.


Atrás quedaron los rumores sobre una supuesta retirada del negocio spotify de la Warner, lo que, desde un principio, pensé era una maniobra más de negociación-presión que una realidad que fuera a llevarse a cabo. Así fue y el catálogo de spotify no sólo no se ha reducido, sino que se aumenta día a día. Lo contrario era absurdo... ¿Se han retirado de Itunes o de otros escaparates web? Prueben a poner en el buscador Spotify label:"Warner" y verán.


NOVEDADES

Las nuevas opciones pasan por ampliar el sistema de accesos posibles, lo que considero era el principal talón de Aquiles del sistema, veamos. Si Spotify se “nutre” económicamente de suscripciones de pago, de los anuncios que insertan y de los ingresos que genere como “comisión” por venta de canciones o discos a través de 7digital, era complicado entender como cerraron el grifo a las suscripciones gratuitas, pues precisamente esas darían sentido a los ingresos por publicidad y hasta algunos ingresos por compra de canciones o discos. Sin embargo así ha sido hasta hace poco. 


Ahora, a los ya conocidos productos "premium" y "con invitación" se unen dos variantes a la misma, la opción premium más barata (4,99 € al mes), llamada "Unlimited", y la opción gratis sin invitación, llamada "Open". También es digno de mención la opción de comprar tarjeta regalo Spotify, de 1, 3 o 6 meses. ¿No me digais que no es un regalo modernillo? Hasta la puedes personalizar.


Desde un principio Spotify estuvo pensado como una aplicación a la que sólo se podía acceder mediante pago, el “Premium-pago” o bien por invitación de los usuarios de pago. Sin embargo también desde un principio rellenando ciertos formularios o entrando por algunas “puertas de atrás”, los usuarios de a pié podíamos acceder a la aplicación y disfrutarla. Después, pululaban por foros, blogs y webs invitaciones gratis que generaban frustación para la mayoría.


Finalmente han controlado de modo eficaz el modo de acceso, quedado reducido a las modalidades gratis y a las de pago. Quizá era un paso necesario debido a la más que probable saturación del sistema si se hubiera "abierto el grifo" sin más. Sin embargo algo similar ocurrió con gmail y no hemos visto temblar el imperio Google. Atrás quedaron aquellas supuestas lista de espera para suscripciones gratuitas (sinceramente, no conozco a nadie al que le haya tocado ya el turno en esas listas).


Aunque considero que el Premium sigue siendo un pelín caro para los tiempos que corren. Pagar 10 euros al mes (120 euros al año) más de los que ya pagas por tu conexión a Internet (en España no menos de 20 euros), harían que pagáramos al año 360 euros en música, lo que nos daría para unos 15-20 discos… Según como se mire, pero creo que si hicieran alguna rebajita más de uno se vería tentado a entrar a la versión Premium total. No sé, quizá una reducción al año siguiente, reducciones por horas de utilización, o compra de canciones o discos via Spotify, por clicar en anuncios...


Me parecía más que acertada la la tarifa de un euro por un día, que se podía utilizar para ocasiones especiales pero que, actualmente, salvo error por mi parte, no está disponible.



Otro de los grandes avances del sistema ha sido la apertura del mismo a las redes sociales. Complementar Spotify con facebook o twitter parece fácil, y puede uno suscribirse a listas de amigos, compartir gustos y un largo etcétera. En cuanto le pierda el miedo a Facebook prometo contaros de qué vá. Era una maniobra esperada y necesaria.


Si Spotify ha cambiado el modo en que escuchamos música y nos hace sentir la mar de bien por lo legales que somos, es porque Spotify vive por y para Internet y todos sabemos que hoy no eres nadie si no te socializas en Internet. Los tiempos mandan y orientar las velas al viento es de sabios. Muy bien por Spotify.


Ahora, Spotify también lee tu música alojada en tus discos, las pasa por su sistema de organización, gsetión y búsqueda y te las reproduce. Adios a los reproductores audio clásicos. Es cierto que no sé como funciona de bien ésta opción puesto que, simplemente, ya no tengo música "en local", pues es innecesario teniendo una versión decente del programa en cuestión, pero parece que el sistema se conecta con Gracenote (más internet todavía, aunque creo que no reconoce los WMA..,. ¿todavía se utilizan?) y te lo organiza, completa los títulos, te los etiqueta, etc. Adios a los gestores ID3 y TAG de antaño, además de que los sincroniza y exporta a tu móvil... Spotify Rules!


Si a todo esto unimos que la versión Premium te da las canciones en versión alta calidad a 320 Kbps, que te da la posibilidad de ciertos contenidos exclusivos como avances, modo offline para playlist, la posibilidad de crear playlists propias y compartirlas, una mejora sustancial en los links-web a las distintas canciones, listas y discos (más bonito, vamos), que su programita residente apenas ocupa y se actualiza sin decirnos nada ni enterarnos, que te sugiere novedades que podrían interesarte según lo que escuches normalmente, que su catálogo crece a un ritmo bastante decente, que te ofrece biografías y comentarios desde All Music Guide, aunque en inglés, con fotografías, que puedes buscar por artistas relacionados, marcar canciones con una estrellita de favorita, acceder al top list de canciones y discos más oídos en el mundo Spotify, que han ampliado los países que pueden utilizarlo incluyendo a Holanda, que tambíen se lleva bien con last.fm, que tiene hasta una bandeja de entrada, índices de popularidad de listas que andan circulando por ahí, una extensa red de webs que se dedican a compartir listas de canciones Spotify de los más diversos géneros, temáticas y títulos y un largo etcétera, no queda más remedio que caer rendido a los pies de Spotify, eso si, si es que te gusta la música.


CRÍTICAS

Pero no todo el monte es orégano. Ya hemos comentado aquí las maravillas de Spotify. Vamos a hacer una revisión viendo ahora un poco los contras.


La publicidad empieza a ser un tanto incómoda o invasiba, llegando algunos banners a ocupar casi toda la pantalla, aunque por un espacio reducido de tiempo. Esto también debe cambiar, aunque no creo que sea lo más importante a comentar al respecto


Aún así, sobre la aplicación y el modelo de negocio no dejan de planear continuos nubarrones sobre la viabilidad del mismo, rentabilidad y/o conveniencia. Desde mi punto de vista el modelo spotify es perfecto e innovador, y puede salvar (si es que ello es necesario) el negocio discográfico a nivel mundial. De hecho, le han nacido diversos imitadores. Entiendo que deben seguir ampliando las vías de acceso gratuito o semi gratuito... Todo se andará.


Aunque la manejabilidad del programa en sí es bastante cómoda y eficiente, sigo pensando que deberían dedicar una sección específica a las búsquedas. Ciertamente se puede buscar por género, por artista, álbum o discográfica, pero no estaría de más un formulario al efecto o algo, un desplegable, un menú... algo.





Los críticos del sistema auguran que no durará mucho más y que la cantidad y calidad del catálogo no es como realmente lo pintan. Hay ciertos grupos que, efectivamente, se niegan a ser oídos en Spotify, pero las alternativas "legales", ustedes me perdonarán, están a años luz y las supuestas alternativas, así en general, también lo están en cuanto a catálogo, manejabilidad y versatilidad. ¿Como va a ser lo mismo un catálogo caótico generado a base del esforzado y supuesto altruismo del navegante masivo, que aquel organizado, generado y revisado por nuestras amigas las discográficas? ¿Cuantas canciones hay repetidas en Goear? ¿Cuántos chips de silicio o de lo que sea se encargan de guardar estas copias duplicadas?


Links a alternativas Spotify:



Las críticas que he leído por ahí van encaminadas a que al final nos van a cobrar 10 euros al mes (tarifa plana, lo llamaban antes) por oir música y lo vamos a pagar tán encantados y posiblemente tengan razón, léanlo sino. También dicen que la rentabilidad para los "artistas" es poca, a lo que yo les digo: ¡¡¡Que den conciertos!!! Después está lo de siempre, que si el catálogo de la mula es más amplio (su catálogo de fakes y virus también), que si no se accede a la letra de las canciones (todo se andará, además, hay muchas canciones en un idioma que se llama... ¿como era? Ah, si... Español, creo), que si el reproductor en sí es mejorable con crossfade o con ecualizadores, que si la publicidad debería ser más acorde con los gustos musicales del oyente, que si la "socialización" queda en una mera anécdota, en fin... Creo que son fallos menores que se ven compensados sobremanera con los aspectos positivos del sistema.


¿Saben donde está el mayor PERO que se le puede poner a Spotify? En que necesita de la industria discográfica y la misma es una MULA torpe y vieja que no va a entender que DEBE venderse música BARATA, porque el top-manta ha demostrado con creces que se puede hacer una red mundial de distribución de música insultantemente barata. Quizá me equivoque, pero el final de Spotify vendrá cuando las discográficas encuentren algún sistema para volvernos a vender música a precios de antaño. O eso o los verdaderos piratas peligrosos hacen cosas malas con Spotify... Entrándole por detrás... Ya me entienden. Sería una lástima.


Larga vida a Spotify. He dicho.

1 comentario:

  1. Jolines con el post que ha hecho el colega. Magnifico compendio y explicación de lo que es SPOTIFY. Completamente de acuerdo en que es el mejor programa que en tiempo se ha visto en internet

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