Vivimos a menudo situaciones en las que sinceramente perdemos pie. Es díficil que en esta vorágine de acontecimientos que a diario sobrellevamos, en nuestra más intima personalidad, hallemos un camino de equilibro, correcta actitud y mesura. El tan buscado punto medio es un objetivo que tengo en mente desde hace tiempo y que aspiro a dominar, pero mi carácter volcánico me convierte a veces en explosivo. En resumen, el vértigo es una enfermedad del siglo XXI. Somos mileuristas, formados, con vocación de masas, con aspiraciones de perdurabildiad, poetas en sueños y en nuestros sueños somos poetas. Dibujamos, creamos, pero nos suborroga la competencia que nos invade. Hoy todo el mundo tiene acceso a la perfección y , sin embargo, todos somos imperfectos.
Es en esos momentos en los que recuerdo que hubo un tiempo en el que todo lo consideraba más fácil... y entonces, cuando asumes el recuerdo, es cuando llega el vértigo.
Curioso dilema el mal de alturas cuando tienes los pies firmes en el suelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Esperamos tu opinón!