Paradise Lost Faith Divide Us, Death unite Us.

La llegada a la escena metalera del último trabajo de los forjadores del doom, PARADISE LOST, ha irrumpido como un estallido de lámparas de arañas que caen desde la bóveda más alta del mejor hotel de Londres. Desde su aclamado “Icon”, no rezumaba un cd tanta contundencia sonora, tanta brutalidad controlada y tan buen gusto por el lado oscuro del camino. Webs como HIPERSÓNICA ya nos dieron un anticipo, pero dos semanas teniéndolo de forma constante en el coche os garantizo que me ha dado suficiente criterio para hacer una crítica medianamente razonada. Han dejado atrás definitivamente su abrazo a la época tecno-pop, y han encontrado quizás el equilibrio más sincero para una banda que atronó allá por 1990 (año de la publicación de LOST PARADISE) con la voz más gutural jamás oída y con el estilo más inaccesible de toda la escena del  rock y sorprendió a propios y extraños con su giro de One second (1997).

Paradise Lost podría definirse como:

Paradise Lost es el nombre de un banda inglesa de heavy metal considerada de culto que fue formada en 1988 en Halifax, Reino Unido. Ellos se hacen llamar los padres del metal gótico y junto con sus compatriotas Anathema y My Dying Bride, pueden considerarse los creadores del subgénero conocido como Doomed death metal.

Irónicamente, el grupo es casi desconocido en su propio país actualmente, a pesar de ello gozaron de gran fama y popularidad a mediados de los noventas, pero en la Europa continental siguen siendo muy populares, especialmente en Grecia y Alemania, donde son considerados como auténticos rock stars. Aunque también se les considera pioneros en el género Gothic Doom, durante toda su carrera han desconcertado a fans y críticos con su perpetuo gusto por la reinvención y experimentación musical, su deseo por trabajar con productores de otros géneros musicales y un rechazo a repetirse a sí mismos por miedo al estancamiento.

Esto último que nos cuenta la wikipedia es lo realmente relevante de los 4 de Halifax (digo cuatro porque el batería ha rotado entre diferentes maestros de las baquetas), siendo en la actualidad Adrian Erlandsson el ocupante de tan notorio asiento. As horizons end, I remain y Fisrt Light nos hacen agarrarnos al asiento, cambios incesantes entre los riffs que nos traerán a la memoria su increíble Weeping Words de Icon con un Nick Holmes recorriendo todos los registros de 20 años en la escena del rock europeo. Una buena preparación para acabar rompiendo todas las reglas de lo convencional con un atronador Frailty, heredero del Roots de Sepultura y de Daylight Torn (tema de Shades of god).

Llegados a este punto, el tema más accesible del disco para los que se acercaron a los dueños del Paraíso Perdido, Faith divide us, Death Unite us, elegido single por lógica comercial pero para mi el mejor tema del disco. Motivos: Paradise Lost no pueden obviar casi 10 años haciendo algo distinto al doom metal, al metal más agresivo, y no pueden dejar atrás esta puerta abierta a la melancolía convertida en notas. Me he pensando si debía o no postear el video, dado que es de cierta crudeza sentimental, pero es necesario, magnífico y una gran bofetada visual para el convencionalismo postmoderno.

El resto de los temas del disco son una gran mezcla entre su Draconiam Times, Icon y Believe in nothing, con un sobresaliente segundo single The Rise of Denial (que el más duro Hetfield –frontman de Metallica- podría haber firmado en los últimos 80).

Disco indispensable, sólo para iniciados en todos los géneros, pero no olvidéis que este genial grupo tiene fases de rock técnicamente preciosista, intimista y lleno de épica en toda su historia... para lo que me quedo con un inigualable Red Shift.