El fútbol es una cosa y los mundiales otra, o bien los mundiales son el fútbol y lo demás, ligas y copas, cainismos y radicalismos, otra. Mi edad, que va por eso de los 30, me hizo vivir en primera persona el recuerdo de Naranjito, el Viva México de 1986 (el equipo tricolor tiene mucho corazón), el Felicitá de 1990 en Italia, el sueño roto de mis 14 años cuando un codazo de Tassotti dejó a Luis Enrique sangrando y llorando de impotencia - os aseguró que en ese momento, con el gol de Baggio, lo pasé mal -, en EEUU 1994, el fracaso en Francia 98 pero la elevación a los altares del dios Zidane, como si fuera ayer, el mundial de Corea y Japón... vaya ese arbitro egipcio la que nos lió, la triste caída en octavos en Alemania 2006, muy triste, que me hizo pensar que nunca vería al equipo nacional, a ese equipo que todo lo supera, que nos hace olvidarnos de fracasos, fobias, filias durante unos días, triunfar en una competición internacional.
Empieza Sudáfrica 2010.. cómo pasan los años... con toda su agria polémica sobre seguridad, sobre si no es una cuestión política por votos para Platter, sobre si el mundo africano está preparado para recibir el citado torneo... pero lo cierto es que se pega el pistoletazo de salida al mayor sin duda espectáculo del mundo. Los mundiales y las competiciones internacionales en general tienen otro color, las gradas son coloridos collages de emigrantes ilusionados, y por unos días, como ocurre con los JJOO el mundo abre su corazón para dejarse llevar por la sana competencia sobre un rectángulo de 50 x 100. A veces tengo que justificar por qué considero el fútbol el deporte más estético del mundo... y tan sólo puedo decir nombres: Zidane, Cruyf, Maradona, Van Basten, ... tan sólo puedo decir ... comienza un espectáculo que encoje corazones, genera esperanzas y llena de color nuestras vidas.
Desde Turkanablog haremos un seguimiento continuo a este mundial en el que espero podamos cantar al fin el Campeones, campeones.... oe oe oe!.
¡¡¡A por ellos, OE!!!
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