Volvemos a despertarnos con el sonido de los bombardeos en oriente medio. Desde la Segunda Guerra Mundial, con la transgresión internacional ante el masacrado pueblo judío, se generó lo que por aquí solemos llamar "pan para hoy, hambre para mañana".
En una tierra poblada e instituida, soltamos la promesa de crear una nueva Nación. El deseo de los extremistas, la muerte del contrario. Por un lado, los grupos terroristas palestinos, por el otro, la extrema derecha israelí, que aboga por que el pueblo palestino (literalmente) sea apartado hasta el mar, y con la correspondiente muerte por falta de oxigeno de los mismos.
Y debemos preguntarnos "dónde está el amor". El hombre visto desde el espacio debe ser una tremenda minucia. Pero lo cierto es que un porcentaje mayoritario vive en situaciones de penosidad extrema: hambre, guerra, represión, violencia, explotación, degeneran este mundo en el que hay quien pretende Luchar por la Famila, y hay quien pretende luchar por un mundo justo. Aborrezco sus poses, de grandes naciones, aborrezco sus grandes ejercitos, que sólo movemos por asquerosos intereses económicos, que sólo actúan en caso de defensa de intereses no globales, como los derechos humanos. Hasta cuando tendremos que seguir observando la actitud pasiva de nuestros pueblos, de nuestros políticos, la condena a muerte de tantos millones de personas indefensas que simplemente abandonamos porque están lejos, muy lejos. Y lo peor es, que todos, todos, somos responsables, nada hacemos para dar una salida al desastre global, a la verdadera globalización, que es la del hambre, pobreza y muerte.
Israel sabes que tienes carta blanca, sabes que el resto de Estados te desean fuerte para contener el terrorismo, y sin embargo, Israel, sólo aumentas el riesgo de un desastre, sólo aumentas el odio, sólo das en nombre de tu Dios golpes de ira. De Dios iracundo, de este Antiguo Testamento actualizado, de este Antiguo Testamento "reloaded" en el que has convertido el mundo... de tantos, de tantos seres indefensos que ya no tienen más que perder que la vida. Me pregunto, nuevamente, Where is the love.
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