domingo, enero 04, 2009

Nueva + Ciberacción

Hoy he decidido abrir un nuevo espacio en la web, + Ciberacción, en la que si deseáis podéis entrar para colaborar con todas las propuestas que períodicamente lanza Amnistía internacional.





Más de una vez me he puesto a darle vueltas a eso de la linea editorial de cualquier tipo de publicación. Es por todos asumido que cualquier medio de comunicación tiene en su génesis una linea editorial, un propósito. Unos buscan una afiliación política determinada, otros intereses económicos y los presuntamente más libres fines humanistas. El mundo blog es también un espejo de ese fenómeno, y encontramos desde componentes puramente ideológicos a otros en los que el puro amor por la teconología se autoalimenta de contenidos.

Turkana nació en 2004 como una prueba más bien experimental en la que poder publicar los escritos que siempre había ido desarrollando, de tinte poético (presuntamente) o bien de mera opinión. Estos últimos han ido ganando peso con el tiempo a la vez que la conciencia global nos hacía huir más de la poesía y refugiarnos en una contradicción global que mereciera algún punto de vista distinto.

Hoy día, desde esta ventana, una más, intentaré apoyar aquellas causas que considero justas, para todos, ya que estamos imbuidos en esta gran ola difícilmente manejable, y determinar unos principios determinantes que se ven reflejados en todos y cada una de las palabras que en esta bitácora dormitan, y que no son otros que los que la asociación internacional AMNISTÍA INTERNACIONAL viene defendiendo desde el origen de dicha organización:

Los derechos humanos son universales e interdependientes. Aunque durante décadas Amnistía Internacional ha centrado su trabajo en los derechos civiles y políticos, tiende cada vez más a trabajar en el campo de los derechos económicos, sociales y culturales. Nuestros recursos, sin embargo, son limitados por lo que, en aras de una mayor eficacia, nos hemos marcado una serie de prioridades y orientaciones estratégicas. En la actualidad son las siguientes:





Luchar contra la pena de muerte y la tortura: La pena de muerte es un castigo irreversible, la forma máxima de pena cruel, y viola el derecho a la vida consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos. La tortura está estrictamente prohibida en el derecho internacional pero sigue siendo una práctica frecuente en muchos países. La tortura es inaceptable en cualquier circunstancia. Sin embargo, este concepto empezó a ponerse en duda tras los atentados del 11 de septiembre y en la denominada “guerra contra el terror”.




Lograr la liberación de los presos de conciencia y defender la libertad de expresión: Desde sus orígenes Amnistía Internacional trabaja por la libertad incondicional e inmediata de los presos de conciencia y pide juicios justos para los presos políticos (en cuya causa hay un componente político y que pueden haber utilizado la violencia por ese motivo). También denuncia a los gobiernos que ponen en riesgo la libertad de expresión y actúa a favor de quienes han sido víctimas por ejercer ese derecho.



Combatir la discriminación que sufren millones de personas, especialmente las mujeres y las niñas: Las personas sufren abusos contra sus derechos humanos a causa de prejuicios basados en diferencias como la raza, la religión o el sexo. En el contexto de la discriminación por razón de género, la violencia contra las mujeres aparece como una de las violaciones de derechos humanos más generalizadas y a la vez más ocultas.



Defender los derechos humanos de las personas que viven en conflictos armados: Amnistía Internacional denuncia el incumplimiento del derecho internacional humanitario en los conflictos armados y exige que los estados y los grupos armados rindan cuentas por ello. Igualmente lucha para que no se utilicen a menores soldado en los conflictos y para acabar con el descontrol del comercio de armas.



Luchar contra la impunidad: La impunidad de quienes cometen violaciones de derechos humanos neutraliza el derecho de las víctimas a conocer la verdad y a obtener justicia y reparación. Por ello, es importante lograr un funcionamiento efectivo del Tribunal Penal Internacional y que los gobiernos promuevan leyes que amparen la jurisdicción universal. También es esencial que se creen mecanismos para que las empresas tengan que rendir cuentas por el impacto de sus actividades en los derechos humanos.



Trabajar por los derechos de refugiados, desplazados internos y migrantes: Los estados tienen derecho a controlar sus flujos migratorios pero ese control no se puede hacer a costa de los derechos humanos ni puede vulnerar los derechos de los solicitantes de asilo. Las leyes de extranjería deben reconocer los derechos fundamentales de los inmigrantes, independientemente de su situación administrativa. Especial preocupación suscitan las niñas y las mujeres refugiadas y desplazadas, más susceptibles de ser explotadas sexualmente.



Denunciar la vulneración de los derechos económicos, sociales y culturales: El hambre, la falta de agua, de vivienda, de educación, de trabajo y las enfermedades prevenibles no son desgraciadas realidades inevitables. Son un escándalo para los derechos humanos y Amnistía Internacional lucha para que así se reconozca.




Os propongo a todos los que visitéis este espacio pinchéis en el siguiente enlace:





http://www.es.amnesty.org/actua/ciberacciones/



Desde aquí podréis apoyar de forma simple y cómoda las acciones que se proponen períodicamente, intentando con ello demostrar que hay muchas personas, miles, que sueñan con un mundo mejor, más justo y más libre.




1 comentario:

  1. Información Bitacoras.com...

    Si lo deseas, puedes hacer click para valorar este post en Bitacoras.com. Gracias....

    ResponderEliminar

¡Esperamos tu opinón!