España, Nato y diplomacia

La política en general suele esconder extraños posicionamientos que acaban generalmente ahogándose en sí mismos. El guirigay en el que se ha convertido la retirada de las tropas españolas de Kosovo por un defecto claramente formal, convierte la política internacional española una vez más en un referente de lo que no se debe hacer. Aznar con sus aires de grandeza y en la actualidad con una gran e incomprensible sensación de pérdida. Cuando suele decirse que el sentido común es el menos común de los sentidos suele acertarse, y de un tiempo a esta parte, en política, esa cita es más aplicable que en ningún campo de la actualidad. Me he dedicado a ahondar en la reacción que la prensa norteamericana ha tenido respecto a este asunto, y encuentro un artículo de VICTORIA BURNETT en el NYT. En él se nos dice lo siguiente:

 

Spain said Thursday that it would withdraw its 600 peacekeeping troops from Kosovo by the fall, easing the way for a possible increase in the number of soldiers it has deployed in Afghanistan. The Spanish government, which is trying to rein in secessionist movements in the Basque region and Catalonia, does not recognize Kosovo as a sovereign nation. Defense Minister Carme Chacón, above, who was visiting Spain’s force there on Thursday, said the withdrawal would take place gradually over the coming months. “Your mission has been accomplished,” she told the troops in comments broadcast on the Web site of the newspaper El País. “Now it is time to go home.”

 

Me sorprende que se siga que España intenta controlar movimientos secesionistas en Cataluña y el País Vasco. Hasta el momento la palabra secesión siempre me ha parecido muy grandilocuente para los movimientos nacionalistas españoles, que difieren mucho de las profundas divergencias que por ejemplo existen en Bélgica. Aún así, es obvio que España no reconoce dicha independencia por su carácter de unilateralidad, pero no deja de ser absurdo pensar que algo que nos queda tan lejos social y políticamente pudiera desencadenar una ola de independentismo balcánico en nuestro estado. En fin, señores del mundo, sienténse y dejen, por favor, de decir y hacer tonterías. Y aquí en España, ahora que había esperanzas de mantener buenas relaciones con EEUU, burlamos a la OTAN. En fin.. cosas de la vida. A veces jugamos a ser independientes y a pensar que podemos tener un criterio propio, pero lla normativa internacional, aunque no nos guste, se fundamenta en la forma y no tanto en el fondo.