Hace poco volví a ver el documental Bowling for Columbine y no deja de estremecerme la facilidad con la que en el país que preconiza la democracia y los derechos civiles, el valor de la vida esté tan claramente devaluado.
Tanto tienes, tantas probabilidades de morir limpiando el cañón.
Paradigmas de libertad, cunas de salvajes. Todos pensamos que algo cambiaría en el mundo cuando el horror nos invade. Pero todo sigue girando y la capacidad de olvido es una regla inexorable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Esperamos tu opinón!