Hoy De Juana Chaos sale de la carcel tras una pena que se le aplicó por un delito de opinión, alejado de su implicación en un gran número de asesinatos cuando era responsable de un comando de asesinos.
La primera sensación que asola es la de verguenza, después la de desconfianza en el sistema, y a su vez necesidad de encontrar tranquilidad ante el innumerable número de opiniones sin fundamento.
Lo cierto es que nuestra legislación peca de exceso de proteccionismo y de cierta dosis de complejo a la hora de enfrentarse a problemas que ya deberíamos tener superados. La tesis del delito continuado y no seprarar caso a caso una realidad cual es que a cada víctima, corresponde una aplicación de justicia al verdugo, hace que cuestiones tan esencialmente sensibles sean incomprensibles para la mayoría de la sociedad.
Complejos equilibrios.
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La verdad es que los fallos del sistema saltan a la vista... y la verdad es que a mí me llenan a veces de deseperanza y a veces de enfado. Hay delitos menores se castigan con dureza, si una persona sin papeles llega a nuestro país no apuramos como locos a darles una patada en el trasero, no reformamos leyes como la de ofensa a la corona, y mientras tanto no hemos solucionado el problema de dejar en la calle a asesinos que tienen penas de, en teoría, cientos de años por haber matado a decenas o cientos de personas, pero que en cuarenta años están en la calle.
ResponderEliminarSeguramente me explicaría mejor si tuviera mejores conocimientos sobre derecho, pero el caso es que el sistema no funciona del todo bien y salta a la vista.
Lo cierto es que jurídicamente es aplicable una pena siempre distinta. En España debido a que durante una larga dictadura no existieron garantias procesales, se optó por un sistema de garantías en un principio necesario, pero poco a poco se ha ido deformando. Se ha pasado a una aberrante burocracia en la que la politización de la justicia cada día es más obvia y en la que a su vez la ausencia de pedagogía por parte de nuestros jueces hace cada día más incomprensibles sus decisiones. Deberia mesurarse el Código penal efectivamente en su inmersión en los asuntos menores que nombras y atacar lo que realmente afecta a un bien jurídico protegido esencial cual es la vida. Y no sólo se trata de justicia, sino que siempre la justicia conlleva un contenido de disuasión, y si a los fanáticos se les muestra que ante decenas de asesinatos, acabas pudiendo vivir a escasos metros de tus víctimas y sus familias, algo falla... siempre estamos en el límite del absurdo, por lo general, estamos lejos aún de nuestro entorno socio político.
ResponderEliminarLo cierto es que jurídicamente es aplicable una pena siempre distinta. En España debido a que durante una larga dictadura no existieron garantias procesales, se optó por un sistema de garantías en un principio necesario, pero poco a poco se ha ido deformando. Se ha pasado a una aberrante burocracia en la que la politización de la justicia cada día es más obvia y en la que a su vez la ausencia de pedagogía por parte de nuestros jueces hace cada día más incomprensibles sus decisiones. Deberia mesurarse el Código penal efectivamente en su inmersión en los asuntos menores que nombras y atacar lo que realmente afecta a un bien jurídico protegido esencial cual es la vida. Y no sólo se trata de justicia, sino que siempre la justicia conlleva un contenido de disuasión, y si a los fanáticos se les muestra que ante decenas de asesinatos, acabas pudiendo vivir a escasos metros de tus víctimas y sus familias, algo falla... siempre estamos en el límite del absurdo, por lo general, estamos lejos aún de nuestro entorno socio político.
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