The air I breath

Crash generó una estética, un referente, tal y como Sin City también consiguió una nueva técnica fílmica en la que todo era tan irreal como si estuviera recién  sacado del carboncillo del autor del comic.

La que a nuestro país ha llegado titulada como Cuatro Vidas, originalmente titulada The air I breath, me llamó en un principio la atención por su nueva visión coral de un film, su buen reparto, entre los que se encuentran Sarah Michelle Gellar, Brendan Fraser, Cecilia Suárez, Clark Gregg, Emile Hirsch, Forest Whitaker, John Cho, Julie Delpy, Kelly Hu, Kevin Bacon y Andy Garcia, y el obvio atractivo que conlleva cualquier película que pueda suponer  una puerta abierta a la ruptura argumental lógica. Sin embargo, el koreano americano Jieho Lee, que debuta con este film, no capta a la perfección su ambicioso proyecto.

Su primera intención es resumir en hora y media un antiguo proverbio Chino que concreta  la vida en cuatro elementos esenciales, la Felicidad (en el papel de Whitaker - escaso y quizás el más conseguido ), el Placer (interpretado por Fraser, - no veo placer por ningún sitio - interpretación plana y falta de credibilidad),  el Dolor (interpretado por Michelle Gellar, quizás a historia que menos cuadra en la intención filosófica del director y guionista) y el Amor (Kevin Bacon, médico con grandes vacíos que siempre ha estado esperando por su nula capacidad de abrirse al mundo). Ahora la pregunta es si realmente Jieho consigue reflejar en el metraje tan alto objetivo, y lo cierto es que es discutible.  Todo está envuelto por cierto aire de ensoñación, y creo que lo deja demasiado aparte, si hubiera optado por mezclar quizás más la realidad con la filosofía de un pensamiento milenario con una invitación abierta al espectador al camino de la irrealidad, el resultado habría sido más redondo. Resultado: la realidad agota el film y quizás es ese su talón de Aquiles.



Aún así creo que es recomendable para los que disfrutásteis con las inigualables Crash y Babel.