Cotidiano en toda regla

No sé si os  pasa  pero, con el paso del tiempo, la mayoría de la gente que conozco es gente que se encuentra muy sola y  descolocada.  Los 30. Será eso, casi todos los que me rodean son de esa quinta y los que no tienen una vida estable necesitarían a un Cesar Millán que les guiara en sus conductas. Me encuentro a diario mucho ego suelto que roza el abuso psicológico ante lo que uno acaba pensando que este mundo no tiene arreglo.

El poder de la sinrazón, el absoluto individualismo y la constante competición en que se convierte la existencia en algunos momentos acaba por convertir a esos que murmullan en seres peligrosos.

Eso sí, es fácil identificarlos. En el fondo suelen ser seres cobardes, uraños, secos y amargados, que intentan inventarse una vida que les haga interesantes, bien vistos y señoriales.

Es una cosa curiosa esa segunda adolescencia que muchos viven.

Frente a eso mis preocupaciones intelectuales cada día son mas centradas y reducidas. Pienso de forma directa y determinante que el último disco de Metallica es una obra magna del rock, que su fuerza habría arrollado en los años 80, y que su compromiso sigue vigente.

En resumen, la gente esta loca, completamente imbuida en su absurdo y la crisis nos persigue.

Espero que nos pase de largo.