Cuando era pequeño siempre me indicaban que mentir era un mal remedio para la realidad. Y la realidad siempre ha sido un claro ejemplo de que esa máxima está llena de razón.
Cuando hoy escucháis a contertulios hablar sobre la reponsabilidad del problema político de Israel y Palestina os prometo que todo es mentira. Ninguno sabe de qué va la historia. Yo tampoco. Cuando un político condena los actos de Israel, lo hace de mentira, no actuará de la forma que realmente se actúa entre Estados: ni hay llamamiento de embajadores ni se cortan las relaciones diplomáticas. Cuando condena el terrorismo de Hamas con la boca llena, también lo hace de mentira, nunca ha luchado ningún Estado contra dicho terrorismo ya que era una buena excusa para que el estado de Israel siguiera estando legitimado. Cuando dicen que los terroristas deberían tener bases militares fuera de las casas de los ciudadados también mienten, no hay terreno físico y obviamente , (con razón) serían atacados por los vecinos. Cuando hablan de cifras de muertos, todos mienten, siempre habrá un interés en uno u otro sentido. Cuando dicen que la paz es posible, todos mienten, la paz es un concepto falso, siempre se están preparando para otra guerra.
Lo unico cierto es que al final, siempre al final, mueren los que nada tienen que ver con esta historia.
Todos los reponsables del mundo deberían hoy tomar la definitiva decisión de irse a sus casas, para siempre, y nunca más volver a mirar a los pueblos a los ojos, y los pueblos del mundo deberían asquearse de sí mismos. Todos somos iguales. Egoistas y mentirosos.
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