sábado, marzo 01, 2008
No es país para viejos - Crítica
Ayer fui a ver con bastante ilusión la pelicula de los "geniales" (calificato exagerado) Coen y el genial (no exagerado) Bardem. Resumo el film: sólo merece la pena el actor español. Hace un papel sublime, llena la pantalla con su mirada repleta de locura y genera miedo tan solo el discurrir de su silueta por la noche texana. Lo demás sobra. Sin duda alguna hay demasiada influencia de Tarantino. Todo es pólvora, sangre y disparos a quemarropa. No alcanza el aire de pretendido "western" que aparenta, en parte, por la ausencia absoluta de banda sonora. Lo que consiguieron films como "Pulp fiction" con su bajo memorable, este film hace que olvides sus escenas por la ausencia de entorno y después por necesidad física y mental de olvidar un mundo absurdo, lleno de muerte, de locura y sin razón. Total, grandes críticos y cineastas dirán que esta es la nueva "Fargo", pero la crónica del cambio generacional del Sur de Estados Unidos no es un universo, no es ni siquiera un microcosmos que llegue al espectador europeo. Lo único que tiene de conmovedor el film es observar la desesperación de cerca, pero, señores Coen, el truco de dejar un final abierto para pretender dejar con la boca abierta a las butacas está muy trillado. Todo lo contrario, el 90 % de la sala se sintió en el fondo presa de un robo.
Morricone podría haber dado elegancia a algunas conversaciones que pasarán ser a clásicas. Pero... si todo está en juego... no debería jugarse con el criterio de espectador de esta manera.
Eliges ¿cara... o cruz?.
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